Este tipo de sermón toma un texto particular de la Biblia, y
deriva sus divisiones homiléticas de las ideas que en Palabras expresa el
texto. Por ejemplo:
“3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.” (1 Corintios 15:3-5)
4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.” (1 Corintios 15:3-5)
Bosquejo directo del texto:
I. Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras.
II. Fue sepultado, y resucitó al tercer día conforme a las
Escrituras.
III. Apareció a Cefas, y después a los doce.
En muchos de los casos tenemos la opción, ya sea de
conservar sin modificaciones las palabras del texto selecto y así presentarlas
en cada punto de nuestro bosquejo como el ejemplo anterior, o sustraer la idea
de cada proposición y plasmarla en palabras que nos dejen en claro lo que el
texto nos está enseñando. Por ejemplo:
I. La causa divina de la muerte de Jesús.
II. La razón y el propósito
de la resurrección de Jesús.
III. Los testigos vivos de la mayor de las señales.
Como podrán notar, este último bosquejo nos será de mucha
ayuda para impulsarnos a comenzar a
desarrollar las ideas del sermón, ya que cada punto en sí nos sugiere lo que
éste va a tratar. Sin embargo siempre será de mucho más ayuda tanto para
nosotros como para nuestro auditorio hilar las ideas de cada punto del sermón
como en el siguiente ejemplo:
I. La causa divina de la muerte de Jesús.
II. Un acontecimiento
maravilloso después de su muerte.
III. Los testigos vivos del acontecimiento maravilloso.
En este último bosquejo, hilamos un punto con otro de forma
progresiva, para que el sermón tenga un orden lógico. Observemos que son los
mismos tres puntos de los bosquejos anteriores, sólo que ahora utilizamos “eslabones”
entre un punto y otro. Dichos eslabones consisten en conectar la idea principal
de un punto con la idea principal del punto subsecuente.
Por ejemplo, en el
punto uno, se habla de la muerte de Jesús, y en el punto dos, la muerte de
Jesús es la plataforma para introducir “el acontecimiento maravilloso” del que
habla el punto dos. En el punto tres encontramos algo parecido, ya que el tema
del punto tres se apoya en la idea principal del punto dos que es “el
acontecimiento maravilloso”. Y así cada punto queda unido entre sí, incluso
podemos notar que el punto dos, que es el punto intermedio, es un eslabón que une el punto uno al punto
tres.
Otra forma muy efectiva de hilar los puntos del sermón
textual es derivar cada punto del sermón del tema mismo del sermón. Por
ejemplo:
Tema: El Evangelio Verdadero conforme a las Escrituras
Introducción.
El Evangelio es verdadero cuando trata puramente lo que el
apóstol Pablo recibió de parte del Señor Jesús, conforme a las Escrituras.
I. El Evangelio es verdadero cuando nos presenta la causa
divina de la muerte de Jesús, conforme a las Escrituras.
II. El Evangelio es
verdadero cuando pone como única prueba de nuestra salvación la resurrección de
Jesús, conforme a las Escrituras.
III. El Evangelio es verdadero cuando está basado en el
testimonio de los testigos vivos de la resurrección de Jesús (Es decir en las
Sagradas Escrituras).
Como podrán notar, las ideas de cada punto cambiaron un
poco, sin embargo, aunque nos llevan por un diferente rumbo de desarrollo en
nuestra predicación, en cada ejemplo de bosquejo siempre se cumple el mismo
objetivo que es proclamar el verdadero evangelio que consiste única y
exclusivamente en el propósito supremo de la muerte y resurrección de nuestro
Señor Jesús, y no en la salvación por obras o por pertenecer a instituciones
humanas de ningún tipo, ni siquiera religiosas.
Bueno, es todo por hoy, muchas gracias por leer. Espero que haya sido útil y de
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El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en
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Erik Orlando Torres Zavala
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2019
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