«Este
es
el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él. Si decimos
que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos
la verdad; pero si
andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si
decimos
que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad. Si
decimos
que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.»
1ª de Juan 1:5-10
Equivocarse
es inevitable. Pero es muy distinto equivocarse y fallar delante de Dios
mostrando una actitud de indiferencia; que equivocarse y fallar delante de Dios
y mostrar una actitud de verdadero arrepentimiento , dispuestos siempre a ser
transformados por el Señor a través del Espíritu Santo que habita en cada uno
de nosotros que somos hijos de Dios.
Andemos pues en la Luz, dejando atrás las
obras de las tinieblas que son: la desobediencia a Dios, el amor al dinero, los
malos pensamientos, la idolatría, las actitudes arrogantes hacia los demás y
todo aquello que entristece al Espíritu Santo que habita en nuestro ser.
Pero si hemos fallado delante de Dios,
podemos, sin duda, apropiarnos de la promesa de perdón y limpieza que Él nos
garantiza en su Palabra. Dios les bendiga. Escríbenos, estamos a tus órdenes:
El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en
América Latina © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.
Derechos Reservados ©
Erik Orlando Torres Zavala
Barcelona 421 Col. Hacienda San Marcos
Juárez N.L. México
2013







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