Pasó algo extraordinario. No tenía ni un peso, y un puñado de veinte o treinta cantos de alabanza se fueron gestando hasta quedar las nueve canciones del disco que ahora tenemos en nuestras manos: Viviendo de ti. Todo pasó poco a poco, hablo de un período de entre cinco y seis años a partir de que nos propusimos grabar un disco para servir a Dios a través de la música.
Yo no pude haber pagado algo como eso, si hubiera sido así por honestidad lo diría pero ¡no pague un centavo! fue Dios, el lo hizo todo y sé que fue con un propósito, aunque en mi corazón a veces ataca la duda, pero no importa, porque me lleno de felicidad cuando echo por la borda todos mis razonamientos los cuales pretenden explicar las cosas maravillosas que Dios realiza en nuestra vida, pero al ver lo bueno que Dios ha sido conmigo y con mi familia (y sé que también lo ha sido contigo) deshecho mis frustraciones y encuentro un sentido verdadero que quizás no está al alcance de mi entendimiento pero sí al alcance del gozo de mi familia y el mío, eso me basta, me contento con eso, con saber que Dios nos ha dado a mi familia y a mí, unidos, el privilegio de servirle.
Es hora de despertar, que el mundo es muy grande y siempre habrá alguien que necesita saber del amor de Dios a través de nosotros.
¡Maravilloso eres Señor Jesús, no teníamos nada y tú has provisto todo! ¡Alabado sea tu nombre!
Escríbenos, estamos a tus órdenes:
El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en
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Erik Orlando Torres Zavala
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2016
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