¿Cuántas veces no hemos estado sentados en nuestro
escritorio y no sabemos cómo comenzar un sermón? Sobre todo la dificultad se
hace más notoria cuando estamos a cargo del púlpito de una iglesia semana tras
semana.
Creemos que hay algunos puntos básicos que nos ayudarán para impulsarnos con mayor libertad a empezar a preparar nuestro mensaje.
Creemos que hay algunos puntos básicos que nos ayudarán para impulsarnos con mayor libertad a empezar a preparar nuestro mensaje.
1. Lo primero es la Palabra de Dios.
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia
en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses
3:16)
No podemos pararnos en un púlpito si no estamos llenos de la
Palabra de Dios. El apóstol Pablo nos exhorta a que nos llenemos abundantemente
de la Palabra de Dios, ya que eso nos moverá a enseñar y a exhortar en
sabiduría de Dios. Y al estar llenos de su Palabra, leyendo y estudiando lo más que podamos, tendremos una fuente inagotable de sermones por la Palabra
infinita de Dios. Y esto también nos ayudará a que el Espíritu Santo de Dios
nos muestre el significado correcto de nuestro texto base para el sermón, a
través de otros textos que el Espíritu nos traiga a nuestra mente al momento de
comenzar nuestro sermón.
2. Necesitamos mucha oración para que Dios nos de su
mensaje.
“porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana,
sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo” (2 Pedro 1:21)
El autor y consumador de la fe es el Señor Jesús, y el autor
de las Escrituras es su Santo Espíritu. No podemos esperar que el autor de las
Escrituras nos muestre el significado de ellas y nos use en el púlpito si no se
lo pedimos, pues Él es el Rey y no está
obligado a hacerlo, mas nosotros sí tenemos la responsabilidad de rogarle que
nos hable y que nos use para saber cuál es el mensaje que le debemos llevar a
su pueblo amado por el cual entregó su propia vida.
Entre la oración , la lectura, y el estudio bíblico Dios nos mostrará qué versículo, capítulo, o pasaje en particular quiere que nosotros prediquemos. Y una vez que lo tengamos nos dará también una carga por su pueblo.
Todo esto nos llevará a desarrollar la explicación del texto; la exhortación que haremos a la iglesia en base a la carga que Dios ponga en nuestro corazón respecto a la congregación a la cual le predicaremos.
Ya con el texto en mano, no olvidemos tomar en cuenta el
contexto del capítulo, del libro y de toda la Biblia para que hagamos una
interpretación correcta de nuestro texto. También nos ayudará mucho profundizar
en nuestro estudio tocante al marco histórico para una mejor comprensión y
aplicación del texto.
3. Necesitamos mucha oración para que Dios nos use con
poder.
Si salimos de
viaje en coche, y cargamos solamente un cuarto de tanque de gasolina
estaremos siendo muy negligentes, ya que muy pronto el coche no avanzará más.
Debemos ser honestos con nosotros mismos y con Dios, ya que a Él no lo podemos
engañar, y confesémosle si hemos estado pretendiendo llegar lejos con el
tanque vacío.
Ahora ¿a qué nos
referimos con el ejemplo anterior? No estamos diciendo que llenemos nuestra gavilla
de oraciones y oraciones, sino sencillamente que pasemos más tiempo con Dios y
le roguemos que nos llene del poder de su Santo Espíritu para predicar su
Palabra, pues dice 1 de Pedro 4:11: “Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da,
para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la
gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”
Creo que pararse en el púlpito sin haberse llenado del poder de Dios en oración, es igual de irresponsable que pilotear un avión de pasajeros con poco combustible.
Creo que pararse en el púlpito sin haberse llenado del poder de Dios en oración, es igual de irresponsable que pilotear un avión de pasajeros con poco combustible.
4. Pongámonos a escribir.
Una vez que Dios nos ha dado luz verde en los anteriores
aspectos, ahora sigue ponernos a escribir y escribir con la guía del Espíritu
Santo, y también con su guía divina organizar el material producido en
secciones con una conexión lógica que ayude a los oyentes a comprender con
mayor facilidad las ideas y explicaciones que les estamos exponiendo.
Procuraremos exponer en una serie de artículos los diferentes
tipos de sermones que existen, al menos los más usuales, respecto a este último
punto.
Sin embargo, si tienes los elementos principales, que son: Su
Palabra, oración para obtener el texto del mensaje, oración para obtener en comunión el poder de Dios para predicar, y una redacción breve y organización de ideas, creo que podemos comenzar, pues Dios será fiel en hacer su obra y usarnos con poder de Dios para salvación.
Saludos y bendiciones de nuestro Dios.
Sin embargo, si tienes los elementos principales, que son: Su
Palabra, oración para obtener el texto del mensaje, oración para obtener en comunión el poder de Dios para predicar, y una redacción breve y organización de ideas, creo que podemos comenzar, pues Dios será fiel en hacer su obra y usarnos con poder de Dios para salvación.
Saludos y bendiciones de nuestro Dios.
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