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jueves, 21 de febrero de 2019

Cómo Comenzar la Preparación de una Predicación



¿Cuántas veces no hemos estado sentados en nuestro escritorio y no sabemos cómo comenzar un sermón? Sobre todo la dificultad se hace más notoria cuando estamos a cargo del púlpito de una iglesia semana tras semana. 

Creemos que hay algunos puntos básicos que nos ayudarán para impulsarnos con mayor libertad a empezar a preparar nuestro mensaje.


1. Lo primero es la Palabra de Dios.

“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3:16)

No podemos pararnos en un púlpito si no estamos llenos de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo nos exhorta a que nos llenemos abundantemente de la Palabra de Dios, ya que eso nos moverá a enseñar y a exhortar en sabiduría de Dios. Y al estar llenos de su Palabra, leyendo y estudiando lo más que podamos, tendremos una fuente inagotable de sermones por la Palabra infinita de Dios. Y esto también nos ayudará a que el Espíritu Santo de Dios nos muestre el significado correcto de nuestro texto base para el sermón, a través de otros textos que el Espíritu nos traiga a nuestra mente al momento de comenzar nuestro sermón.

2. Necesitamos mucha oración para que Dios nos de su mensaje.

“porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21)

El autor y consumador de la fe es el Señor Jesús, y el autor de las Escrituras es su Santo Espíritu. No podemos esperar que el autor de las Escrituras nos muestre el significado de ellas y nos use en el púlpito si no se lo pedimos,  pues Él es el Rey y no está obligado a hacerlo, mas nosotros sí tenemos la responsabilidad de rogarle que nos hable y que nos use para saber cuál es el mensaje que le debemos llevar a su pueblo amado por el cual entregó su propia vida.

Entre la oración , la lectura, y el estudio bíblico Dios nos mostrará qué versículo, capítulo, o pasaje en particular quiere que nosotros prediquemos. Y una vez que lo tengamos nos dará también una carga por su pueblo. 

Todo esto nos llevará a desarrollar la explicación del texto; la exhortación que haremos a la iglesia en base a la carga que Dios ponga en nuestro corazón respecto a la congregación a la cual le predicaremos.

Ya con el texto en mano, no olvidemos tomar en cuenta el contexto del capítulo, del libro y de toda la Biblia para que hagamos una interpretación correcta de nuestro texto. También nos ayudará mucho profundizar en nuestro estudio tocante al marco histórico para una mejor comprensión y aplicación del texto.  

3. Necesitamos mucha oración para que Dios nos use con poder.
     
Si salimos de viaje en coche, y cargamos solamente un cuarto de tanque de gasolina estaremos siendo muy negligentes, ya que muy pronto el coche no avanzará más. Debemos ser honestos con nosotros mismos y con Dios, ya que a Él no lo podemos engañar, y confesémosle si hemos estado pretendiendo llegar lejos con el tanque vacío.
     
Ahora ¿a qué nos referimos con el ejemplo anterior? No estamos diciendo que llenemos nuestra gavilla de oraciones y oraciones, sino sencillamente que pasemos más tiempo con Dios y le roguemos que nos llene del poder de su Santo Espíritu para predicar su Palabra, pues dice 1 de Pedro 4:11: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén” 

Creo que pararse en el púlpito sin haberse llenado del poder de Dios en oración, es igual de irresponsable que pilotear un avión de pasajeros con poco combustible.

4. Pongámonos a escribir.

Una vez que Dios nos ha dado luz verde en los anteriores aspectos, ahora sigue ponernos a escribir y escribir con la guía del Espíritu Santo, y también con su guía divina organizar el material producido en secciones con una conexión lógica que ayude a los oyentes a comprender con mayor facilidad las ideas y explicaciones que les estamos exponiendo.

Procuraremos exponer en una serie de artículos los diferentes tipos de sermones que existen, al menos los más usuales, respecto a este último punto. 

Sin embargo, si tienes los elementos principales, que son: Su 
Palabra, oración para obtener el texto del mensaje, oración para obtener en comunión el poder de Dios para predicar, y una redacción breve y organización de ideas, creo que podemos comenzar, pues Dios será fiel en hacer su obra y usarnos con poder de Dios para salvación. 

Saludos y bendiciones de nuestro Dios.






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El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en 
América Latina © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.


Derechos Reservados ©
Erik Orlando Torres Zavala
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2019



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